El desarrollo sensorial es el comienzo del desarrollo cognitivo-motor, pues a través de los sentidos se reciben las primeras informaciones del entorno y se elaboran sensaciones y percepciones. Y la inteligencia se desarrolla a partir de informaciones sensoriales y exploraciones motrices desde los primeros meses, lo que hace conveniente estimular y ejercitar los sentidos, para mejorar el mundo cognitivo del pequeño. También porque hay que considerar que no hay fenómeno motor sin que previamente medie un proceso sensitivo que lo origine; de allí la denominación de “proceso sensoriomotor”.
Todos los estímulos son las bases de aprendizajes futuros y constituyen factores determinantes de la plasticidad neural. La recepción de estímulos durante el desarrollo es desorganizada al inicio, posteriormente se va perfeccionando y alcanza sectores corticales o subcorticales específicos, donde se produce el procesamiento de la información. Por ello, la teoría de la integración sensorial considera la capacidad que tiene el sistema nervioso de “interpretar y organizar” adecuadamente la información captada por los receptores más diversos, originada por estímulos sensitivo-sensoriales.
Esta capacidad inicia desde la etapa fetal con los cambios posturales y gestuales ante determinados estímulos, sobre todo externos al ámbito materno y los cuales encuentran sus primeros registros en épocas tempranas del desarrollo. Y aunque como se mencionaba la recepción es desorganizada, poco a poco se va armonizando la recepción de estímulos para dar lugar a la integración sensorial. En la que la arquitectura estructural y físico-bioquímica “madura” conforme se van mielinizando los axones para que posteriormente en la etapa posnatal se desarrollen las respuestas adaptativas. Por lo que la estimulación terapéutica adecuada resulta un puente de importancia para la rehabilitación anatómica y funcional de las lesiones que pueden implicar un trastorno en el desarrollo.
Procesos sensoriales y de percepción
Entonces, para que se efectúe la integración sensorial, es necesario dos procesos de suma importancia: la sensación y la percepción, que al actuar en conjunto se denomina sensopercepción.
La sensación
Es la recepción de información del entorno a través de los órganos sensoriales, puestos que son los encargos de recoger la estimulación que nos manda el medio y de trasmitirla al cerebro, que es donde se registra esta información. Y...¿cómo se produce esto?
Los estímulos activan los receptores sensoriales, produciéndose una excitación y originándose un impulso nervioso que es transmitido por los nervios sensoriales a través de las vías ascendentes para llegar hasta el cerebro, que es donde se experimenta la sensación. La sensación es por tanto, el efecto que se originó en el órgano sensorial, a partir de un estímulo procedente del medio externo o interno.
Fases de la sensación
Percepción
Proceso que está incluido dentro del procesamiento de información y que permite organizar, interpretar y codificar datos sensoriales para conocer el objeto, tomar consciencia de él y de sus características.
La percepción pone al organismo en relación con el entorno y selecciona los estímulos que sean más importantes; puesto que tomamos consciencia de los sucesos exteriores.
El mundo perceptivo, requiere ejercitación y aportación de estímulos; lo que explica que el sistema perceptivo del recién nacido se vuelve cada día más capacitado, por lo que la falta de estímulos procedentes del medio o una selección anómala pueden destruir las estructuras presentes al nacer.
Neurofisiología del desarrollo sensorial
Entonces, para que se pueda llevar a cabo una sensopercepción y posteriormente una integación sensorial, se requieren de diferentes estímulos que son percibidos a través de los sentidos: tacto, gusto, vista, olfato, audición y sistema vestibular y propiocepción.
Tacto
Es el estímulo más primitivo. En la 8ª semana de gestación se encuentran receptores bucales y peribucales para seguir una progresión caudal, que alcanza después la superficie facial, las palmas de las manos, el tronco y las plantas de los pies. En la semana 20 se halla casi toda la superficie cutánea con receptores aptos para su actividad; reflejando la importancia del tacto desde los primeros momentos del desarrollo y su participación en la “integración sensorial” en este periodo, siendo entonces también importante considerarlo cuando por alguna razón el recién nacido se encuentre en UCIN. En la semana 24, las vías ascendentes intramedulares y troncales, junto con las conexiones corticales están en desarrollo; razón por la que el cierre palmar es débil, pero que efectúa el feto ante estímulos mínimos y que también se puede identificar un desplazamiento del miembro superior para llevarse el dedo a la boca; considerándose un “automatismo” favorecedor del desarrollo.
No se debe olvidar que el ingreso de una información como estímulo siempre alcanza la corteza cerebral y dependiendo del tipo de estímulo que sea, será la vía por la que este sea transmitido; siendo esto de gran importancia para la neurofisiología moderna, puesto que el procesamiento de la información transmitida y los niveles de análisis se ven implicados en la memoria y el aprendizaje. Para esto, también se ven implicadas las áreas límbicas que están vinculadas con el procesamiento de las sensaciones y estados emocionales. Por lo tanto, cada estímulo que ingresa adquiere un nivel de agrado y desagrado, que responderá a características genéticas personales y a las vivencias posteriores, sean estas producidas durante el desarrollo fetal tardío o posterior al nacimiento en el transcurso de la vida posnatal.
Propiocepción
Sherrington lo denominó “sentido secreto”. Es el conjunto de información que recibimos de forma permanente y continua, consciente o inconsciente y concernientes a nuestro cuerpo: postura, movimientos, presión, fuerza generada por los músculos y posición en relación al suelo. Para poder recibir toda esta información, participan múltiples receptores:
· Haces neuromusculares, que informan sobre el estiramiento muscular.
· Órganos de Golgi, que registran la tensión de los tendones.
· Receptores articulares, registran posiciones de las mismas y posiciones extremas.
· Receptores vestibulares y visuales, los primeros registran información de equilibrio, así como postura estática y dinámica. Y los otros brindan información visual del medio externo.
Todos estos receptores por acción refleja a nivel medular o a nivel del tronco cerebral, ejercen una función esencial en el tono muscular y en la postura. Ahora bien, la propiocepción madura de forma paralela al sistema del tacto. Y en la 8ª semana, son percibidos movimientos de sacudidas en los miembros, que alternan con periodos de quietud y los cuales son movimientos que implican aprendizaje para el control postural futuro, por la maduración del sistema extrapiramidal.
Gusto y olfato
Sentidos especiales que se encuentran entre los más antiguos de la filogenia. Estos actúan íntimamente relacionados, aunque se conducen por vías neurales diferentes y acceden a sectores corticales diferentes; pero a pesar de ello están vinculados con ellos la motivación instintiva y la memoria.
En su desarrollo, nn la semana 14 de gestación aparecen las papilas gustativas de la lengua y luego lo hacen los receptores nasales. Las moléculas odoríficas y gustativas del líquido amniótico estimulan los receptores regionales nasales y bucolinguofaríngeos, por lo que el feto logra con el tiempo jerarquizar el estímulo y adaptar una conducta acorde. En la semana 28, el feto reacciona al sabor amargo, cuando realiza la apertura bucal, permitiendo el ingreso y deglución de un poco de líquido amniótico. Así, el aparato odorífico-gustativo está en marcha y se encuentra óptimo al nacimiento cuando identifica y reconoce bien sabores salado, ácido, amargo y dulce. Posterior al nacimiento y a término, el olfato orienta la búsqueda del pecho materno, así como los movimientos orofaciales, preparando para el chupeteo y deglución; todo esto se logra en el período prenatal.
Visión
Es el primer sentido en activarse durante el período intrauterina y es el más maduro al momento del nacimiento. La retina y sus componentes celulares se encuentran desarrolladas al final del primer trimestre; esto da referencia de la importancia durante este período. En el 4º mes hay respuestas de movimientos oculares. En la semana 30 y 34 las pupilas se contraen y se dilatan, identificando el feto de donde procede la luz, adquiriendo mayor precisión en la semana 36. Y al finalizar la gestación, la atención visual en el nacimiento es deficiente, pero se hace activa al finalizar el primer mes de vida posnatal, por lo que se va perfeccionando gradualmente. En un inicio, la visión es borrosa y en blanco y negro; conforme va creciendo y con la maduración de los conos, se empiezan a percibir colores y va dejando de ser borrosa.
Audición
El desarrollo de las estructuras del oído interno inicia en la 4ª semana de gestación. En la cóclea, aparecen los receptores auditivos y en los conductos semicirculares el utrículo y el sáculo, dando origen a los receptores vestibulares. En la semana 20 está totalmente formado el oído interno y requiere 5 semanas para iniciar su funcionalidad. En esta etapa, el feto responde con movimientos corporales ante estímulos sonoros. Y posteriormente el sistema auditivo y visual se vinculan a través de las experiencias durante el desarrollo, que serán determinante para la estabilidad general (bipedestación) y deambulación (locomoción y marcha).
La percepción del sonido del latido cardíaco, los movimientos peristálticos intestinales de la madre, e incluso el paso de sangre por el cordón umbilical; constituyen estímulos suficientes para activar el aparato auditivo y generar movimientos y cambios posicionales.
El sonido suave de movimiento de líquidos en la cavidad amniótica y la respiración de la madre, otorga una sensación placentera, vinculación que permanecerá durante el período fetal y junto con la voz de la madre hace que en el momento del nacimiento, el tono, timbre y volumen de la voz materna sean reconocidos.
Equilibrio
El sistema vestibular ubicado en el oído interno, se va desarrollando entre la semana 4 y la 25, mientras su interior se va llenando de endolinfa. Esta sustancia contiene en suspensión, concreciones calcáreas que se desplazan de acuerdo con los movimientos cefálicos y son encargadas de estimular los receptores que desencadenan los reflejos de enderezamiento.
Solo en el momento del nacimiento y posterior a él, al estar sometido a la fuerza de gravedad, el sistema vestibular se pone en funcionamiento y no lo abandona por el resto de la vida.
REFERENCIAS
· Amiel-Tison (2001). Neurologia perinatal. Editorial Masson.
· Basso, G. (2016). Neurodesarrollo en neonatología: intervención ultratemprana en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. Editorial Médica Panamericana.
· El desarrollo sensorial. Recuperado de https://www.santafe.gov.ar/index.php/educacion/content/download/149390/732101/file/El%20desarrollo%20sensorial%20.pdf
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