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El malestar físico interfiere de forma negativa en las relaciones sexuales, Hoy en día las lesiones y dolores de espalda son muy frecuentes, abarcando, aproximadamente al 65% de la población mexicana y un porcentaje importante de personas pueden padecer de dolores de espalda, al intentar mantener una relación sexual sobre todo en ocasiones en donde se adopten malas posturas, y esto puede tornarse frustrante.
Comprensiblemente, las limitaciones ocasionadas por el dolor de espalda pueden producir estrés que puede a su vez perjudiquen a la persona y sus relaciones. La persona que no sufre de dolor frecuentemente le es difícil comprender lo que su pareja está padeciendo, por lo que una comunicación fluida es fundamental.
La persona afectada deberá asumir un rol “pasivo” y deberá colocarse de manera en que la espalda este apoyada y relajada. Esto lo puede conseguir recostando la espalda sobre una superficie firme y las piernas colocadas sobre almohadas, también es recomendable colocar toallas medianas enrolladas o dobladas debajo de la zona lumbar baja para brindar mayor soporte y un arco ligero a la zona.
Las siguientes técnicas son para individuos con dolor de espalda (predominante en zona lumbar y torácica):
1. Recostada o recostado sobre su espalda, y las piernas flexionadas, permitiendo mantener una inclinación en su espalda, la flexión se puede controlar llevando las rodillas al pecho.
2. Colocarse sobre su espalda, la pareja con las rodillas sobre él, manteniendo el pecho cerca.
3. Sentado o sentada sobre una silla sin brazos, se colocara una pequeña almohada o una toalla enrollada a nivel de cifosis lumbar, la pareja sobre el (puede ser de espaldas o de frente), de manera que la curvatura lumbar quede disminuida, es importante que la silla no sea demasiado alta o pequeña para evitar un mal apoyo y posicionamiento de las rodillas y tobillos.
4. Sentado o sentada a la orilla del sofá o de una silla firme, colocando varias almohadas a lo largo de la espalda, brindando un soporte mayor a zona lumbar, para mantener el arco, la pareja se colocará de frente sobre sus rodillas, con un pequeño apoyo en ellas para estar a la altura adecuada.
5. Recostada o recostado sobre su vientre, la pareja se colocará por detrás, esto permitirá una ligera extensión, si se desea mayor extensión se puede colocar una pequeña almohada a nivel de tórax o abdomen.
6. Se recostará sobre su espalda, en decúbito supino, con un apoyo a nivel cervical, otro a nivel lumbar y las rodillas flexionadas, la pareja se recostará a lado con las piernas extendidas por debajo de las de la pareja, esto permite que la espalda de quien padece dolor se mantenga relajada, mientras que la pareja puede controlar el inclinarse o alejarse para mantener su espalda en una posición correcta, cómoda y segura.
7. Se va a requerir una superficie (como silla o sofá) donde la persona que padece el dolor apoyara sus brazo y manos, controlando la posición de su espalda baja y media, permitiendo un movimiento más libre evitando estrés y fatiga; su pareja se colocara detrás, es importante dar un apoyo adecuado en las rodillas, para evitar un estrés innecesario en esa zona.
Conclusión
Para encontrar lo que a una pareja le siente mejor y les sea conveniente qué posturas son las más convenientes se aconseja ir probando hasta encontrar aquellas en las que se presenten menos molestias. Los cojines de diferentes formas, medidas y dureza ayudan a fijar posturas cómodas.
Bibliografías.
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