La terapia ocupacional se basa en la idea de que el mantenimiento de una clase de ritmo equilibrio entre el trabajo, juego, reposo y el sueño permite lograr una vida plena; y se ocupa de manejar los estilos de vida de las personas con fines preventivos como reparativos, al comprender los patrones ocupacionales.
Hay que entender, que los estilos de vida son patrones únicos de las ocupaciones cotidianas, incluyen roles, hábitos, rutinas y rituales y pueden lograr un equilibrio o un desequilibrio vital con consecuencias a largo plazo sobre la salud, el bienestar y la calidad de vida.
El equilibrio ocupacional implica una percepción de que los patrones de ocupaciones cotidianas que son satisfactorias e incluyen una gran variedad de ocupaciones significativas. Y el equilibrio vital se define como “un patrón satisfactorio de actividad cotidiana que un individuo considera saludable significativo y sustentable en el contexto de sus circunstancias de vida actuales”.
El modelo de equilibrio vital ilustra las relaciones entre los patrones ocupacionales, los resultados en la vida y el ambiente. Los patrones ocupacionales deben permitir a las personas satisfacer necesidades importantes como mantener su salud biológica y su seguridad física, contribuir a formar relaciones positivas, sentirse comprometido y desafiado y crear una identidad personal positiva. Cuanto mayor sea el grado con que las personas son capaces de comprometerse en patrones ocupacionales, mayor será la percepción que tienen de sus vidas como satisfactorias, menos estresadas y más significativas o equilibradas.
El equilibrio vital requiere la habilidad de crear un balance entre el tiempo que se desea invertir en actividades y el que realmente se usa para las acciones que satisfacen necesidades relevantes.
REFERENCIAS:
Schell, B., et al. (2015). Willard & Spackman: terapia ocupacional. 12 ed., Madrid: Medica Panamericana.
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